24 jul 2009

CANCIONES: de "él" para ella.

Quizá nunca más podré tomar un vino añejo y es un hecho que ahora tengo que aprender a vivir sin tu cariño como desde hace algún tiempo empecé a entender. Tampoco podré llegar borracho de angustia y ocultarme bajo mi almohada, esperando estar sin voluntad para poder darte el último beso.

A lo mejor llorarás estando lejos de mí y la lluvia de tus lágrimas refresque tu deseo de olvidar cada vez más. Ganas no faltarán para gritarte amor mío no te vayas que lloro!, ni tampoco faltarán ansias de decir me fallaste, tú no sabes querer.

Ya no tiene casi sentido pensar en pedir comuniquémonos, porque aquella divina niña ya no provoca más el frenesí de estar pensando en ti. Ahora sólo sigue tu camino y márchate a tu destino para que se sienta que no cuento más contigo.

Tú me recordarás, en aquellos momentos en que sola te sientas y cuando pienses ahora “¿quién me amará tanto?”. Cuando te conocí, me enamoré de ti, pero ahora, después de un largo tiempo te vas, a estar sobre las olas de un mar inmenso donde las corrientes son impredecibles y donde las mareas marean y confunden, donde las garúas y brisas se llevan sentimientos que parecían de granito.

Quizá sea un Rubén, quizá un José José, un Oscar o un Héctor que se lleve la última sonrisa enamorada que recuerdo a tu partida y la cual nunca regresó. Te regalé el corazón y ahora se te perdió el amor, lo dejaste escapar y ahora sólo queda esperar que regrese esa mirada enamorada encarnada en otros ojos, para sentirse lleno nuevamente.

Anda y ve, que la ironía de la vida nos enseña a caer parados, a vivir de pie y caminar tropezando, pero sin caer, sin permitir que un individuo, individua, te haga abatir. Nunca pensé que la palabra adiós fuera tan ligera y casi sin significado.

Podré vivir del amor y sembraré sorpresas en otro vientre porque ya pasó esa pena de amor, porque ya aprendí de tus juiciosas premisas, de tus jugosas y compartidas decisiones donde sólo importa una reina de fantasía que yace en el fondo del mismo mar a donde te diriges. El mismo mar donde dejaste hundirse mis ilusiones y nuestros hastíos para que el tiburón del olvido se las tragara.

Ahora sé que todo ha acabado ya, ahora sé que a la reina le cansó la corona …y el corazón, ahora sé que cruzar un río en bicicleta es mejor que viajar en la nave del olvido o volar como gavilán o paloma en un cielo donde existen muchas nubes esperando por alguien como aquel.

3 comentarios:

  1. me encanta estas palabras ... me siento dentro de ella.

    R.

    ResponderEliminar
  2. me encanta estas palabras. me siento detro de ellas.

    R.

    ResponderEliminar