Estimado y muy querido Cupido.
Desde hace mucho no me dirijo a ti, por lo que ahora me tomo el atrevimiento de preguntarte: ¿Dónde estás?, ¿qué ha sido de tu vida?; se volvió importante para mí, en estos tiempos que recorre mi vida, la ayuda de tu puntería para darle a un “latidor” dentro del pecho henchido de una Eva que tiene el pensamiento confundido.
Es una niña muy linda, ya la conocerás y la razón me darás, algo engreída jaja, pero me encanta que así sea. Es una persona muy sensible y noble. Creo que me gustó desde que la vi, pero recién en estas semanas amanecía, y amanezco, con la ilusión de saber de ella, algo extraño después de mucho, pero me agrada. Me encantan sus manos, aunque a ella no. Vive pensando en que está subida de peso…pero igual me encanta… chanfle Cupi, creo que es grave lo mío… tienes que darme una manita.
Imagino que andas ocupado en tus quehaceres, pero te repito, desde hace mucho no le pones mi nombre a ninguna flecha tuya… ya es hora no? Sé que hay mucho trabajo siempre y quizá se te pasó darte una vuelta por mi vecindario, por mi oficina…la cual siempre está en ajetreo. Entiendo que quizá las flechas salgan caras y ya no hagas las cosas tan de gratis, pero vamos, hace mucho no te pido unita; si se trata de comprar madera tengo un amigo que nos puede ayudar…para la punta, tengo otro que nos puede conseguir lo que necesites… el arco, usa el más gastadito, no importa, la idea es que aún funcione. Sé que andas con ballestas ahora...la modernidad llegó a ti, pero me conformo con uno empolvadito, pero insisto...que funcione.
Tú sabes dónde encontrarme, aunque ando moviéndome siempre, pero una llamadita, un mensajito misio y te respondo al toque para decirte dónde estoy y mostrarte ese rincón donde quiero que pongas tu saeta con la etiqueta que diga mi nombre.
Mira que hace mucho no te pido nada… he estado pagando el seguro puntual y lo seguiré haciendo, no te preocupes por eso. Lo tuyo no falla y lo sé. No te prometo unas chelas porque volar empilado no es seguro y más con tanto irresponsable en el aire.
Salúdame al viejo y a los cupiditos, espero ya le andes enseñando las técnicas para que sigan tu ejemplo…tengo un par de sobrinos que les gustaría jugar un poco, pero sin flechas porque son medios cavernícolas y se pueden hacer daño… jajaja.
Bueno querido amigo… espero noticias tuyas pronto – ya sabes, un mensajito misio nomás y te llamo al toque… no te quitaré mucho tiempo – un abrazo.
Firmado, “quien se hace llamar Camello”
