18 abr 2009

Tarjeta roja para siempre ?

Y siempre soñé en ser un jugador de fútbol famoso, de esos que hacen aplaudir a la hinchada, de esos que hacen una, dos, y con toque sutil colocan el balón a una esquina, lejos del alcance de las manos estiradas de un arquero siempre dispuesto a cuidar su arco. Pero no, hay que resignarse a veces, a tener 31 años y haber hecho lo posible por ser parte de ese sueño y haberla roto en la cancha con buenos pases, con paredes, con goles… y qué goles!, con renegadas y risas por la alegría de un buen equipo.

Ahora, después de años de pelotero de barrio casi fino, luego de tantas pichangas duras, algunas aburridas, otras tantas gratificantes y con el único trofeo de haber hecho lo posible por ser uno de los infaltables del equipo, hay que retirarse. Retirarse porque ya no corres lo mismo, porque ya tu primo de 19 años te rompe la cintura como si tuvieras 50. Retirarse principalmente porque la naturaleza no reconoce el talento y no lo mantiene sano, le da su oportunidad y si no la tomas…zas! De un momento a otro te hace recordar y te pregunta ¿por qué no aprovechaste?....Pinche naturaleza.

Me tocó a mí. Una lesión que creo que me hice durmiendo jaja. Hasta ahora creo que son los famosos meniscos de mi rodilla izquierda, o por lo menos uno de ellos. Algo le pasó, algo hizo que ahora sean la causa del dolor constante que genera reclinar la rodilla al subir una escalera. Una punzada interna detrás de la rodilla y a la altura del corazón a la vez.

Debo decir que estoy siendo un poco trágico con esto, pero algo así se siente, con lo que me gusta la pelota (la de fútbol y por razones obvias…no faltan los mal pensados).

Qué debería hacer? Cuidarme cierto? Pero necesito una especie de ceremonia de retiro para poder colgar las zapatillas pichangueras oficialmente?, quizá más adelante con ayuda de la medicina y cirugía pueda volver a las canchas a hacer de las mías, a correr como loco…a renegar y a putear a quien la juegue mal; quizá pueda volver a pararla de pecho y colocarla por encima del arquero y anotar el gol del triunfo…y volver a escuchar…buena chichi!!! Buena negro!!! Qué tal golazo uon!!!

También se extrañará, aunque por supuesto en mucho menor medida gritos como: oe no seas huevón !!! o Páaaaaaaaasala amarrabola!!! , tamadre!!! Es parte del fútbol.

Sólo me queda ser parte del fútbol desde la tribuna, seguir siendo hincha del mejor equipo del Perú, ese popular, ese de Teófilo, César (el Loro), El cholo, un tal Pitín, o Alejandro Villanueva, ese pues, de rayas azules y blancas, el que su estadio está en Matute. Alianza Lima pues.

Debo con esto, agradecer a mi madre, que tanto sufrió con mis tobillos, grandes motivos para yesos que no cumplían su período, porque me los quitaba, 2 veces en cada tobillo no es poca cosa. Agradecer a cada uno de mis compañeros con los que hice una pared y fueron parte de los equipos de fulbito y mini fútbol, disculparme por las faltas que hice y por dejar en ridículo a algunos arqueros (jaja que botado).

Gracias a ti que te tomaste la molestia de leer este ejercicio, sí, estoy jodido con el menisco, pero sólo me da pena no poder jugar un buen tiempo, si no es para siempre. Ojalá que no.

2 abr 2009

EXCLUSIVIDAD, SÓLO TÚ

Así como las mariposas sólo pertenecen a las crisálidas de donde salieron y a la naturaleza que les permitió el ambiente suficiente para agitar sus alas, así te pertenecen mis palabras con el único sentido que me haces conocer: amor.

Es tanta la exclusividad de mi marca sobre ti que la luz que refleja la luna sobre una parte de la tierra en las noches es una pequeña muestra de que aunque alumbre alguna insignificante superficie de un improvisado agente fuera de la atmósfera; es el tercer plantea el único dueño de la fuerza de su reflejo. Tú eres ese casi redondo planeta para mi Luna.

Como si un pez pudiera nadar fuera del agua, podrá saltar a ver el mundo sin su húmedo ambiente, pero sin intención de vivir fuera de él…porque sabe que no podría. Como si un ave, en una parecida analogía, intente vivir postrada en tierra o peor aún sumergirse en el agua a compartir hábitat con quienes viven agitando sus aletas. Como si un guepardo intente pescar en vez de correr tras su presa… Tan exclusivo es de ellos que es imposible pensar que pueda volar con mis aletas recorriendo caminos sin pensar en ti.

Las hojas en otoño caen sin cesar, las flores en primavera brotan sin detenerse, las ropas se corren en verano y en invierno, lo contrario. La exclusividad de tu temperatura en mi vida no se puede reemplazar, así nos separen ventanas de distancias y largos viajes imaginarios siempre, la estación en que viven mis palabras tienen la temperatura que sólo tú inspiras.

Y aunque tus tantas decisivas decisiones, algunas con sentido y otras sin ninguno otro, sean en algún punto realmente decisivas, dejarás escapar al aire mis alas ávidas de brindar abrigo, alas que sólo quieren volar contigo.

Mientras la razón acompañe y la inmadurez disfrazada de niña caprichosa decida mis sentimientos, tendré que creer que estas cosas pasan porque aquel dragón quiere castigar por tiempos pasados. Las oportunidades muchas veces en la vida se presentan, se toman o se dejan pasar, más adelante te das cuenta; pero algunas oportunidades las das porque los sentimientos indican que tu cabeza y el corazón necesitan de creer y tener fe.

A Dios se deja el anticucho que se hizo el corazón en todos estos meses, por las idas y vueltas, por los malentendidos y por las malas reacciones, él dispondrá de éste para regalárselo a quien verdaderamente apueste por este jorobado.