28 sept 2017

SOLEDAD III

En la medida que la experiencia me enseña cada vez más acerca de la vida y sobre quién soy, me he dado cuenta de lo importante que eres para la existencia de quienes intentamos conocer más sobre nosotros mismos, de quienes no se conforman con una existencia insatisfactoria al lado, necesariamente, de alguien.

El límite admisible por quienes creen que la felicidad llega siempre al éxtasis, al lado de una media naranja. Quienes a pesar de los fracasos en este campo, consideran parte de una realización personal, el hecho de compartir todos sus momentos con alguien más. Quienes nunca aprendieron a disfrutar de tu compañía, Soledad.

Estas líneas están dedicadas a ti. Porque después de dar 40 vueltas al campo, entiendo al fin cuan necesaria eres para mis días y cuánto extraño tu compañía en esas horas dignas de ti.

Para una relación bipersonal, eres el trío perfecto; el vértice que le da equilibrio a días pesados en el triángulo de una vida de pareja.

Indispensable. Absolutamente necesaria. Al punto que, en lo que podría llamar la madurez de la vida, estaría feliz sólo de vivir contigo.