AGUA, AIRE, TIERRA Y FUEGO

Cuatro elementos que necesita mi mundo para la vida.

AGUA

- Que se desprende de tu aliento cuando me besas.
- Que se hace mi boca cuando te veo pasar.
- Cuando se humedece tu piel, a la vez que aprietas las telas que ahora ya no nos cubren.
- Que destilan mis ojos cuando pienso en las distancias que me separan de ti.
- Congelada que se siente como hielo cuando tu espalda diviso alejándose.
- Que recorren mis ríos, llevando balsas con provisiones de recuerdos para alimentar mi no correspondido amor.
- Líquido que se agita en mis venas cuando trato de ingresar en tu alma.

AIRE

- Tus palabras entonadas desde siempre y que resuenan dentro de mí.
- Donde se agitan las alas de una jamás muerta esperanza de dulces que no existe más.
- De tus vocales mientras observándote, tus ojos me dicen que me olvidaste.
- De tu respiración mientras sueñan tus ideales sin mí al lado.
- Del aroma que despide tu cabello húmedo y viaja hacia mis raíces cuando te marchas.
- El mismo que te alejará de mí nuevamente, sin que avizore qué pasará a tu regreso.
- El que contengo por no gritarte que te amo.

TIERRA

- La que necesitan mis semillas para ver la luz de tus ojos.
- Con la que tapas muchas noches de desvelo.
- Con la que rayas al caminar despreocupada, los mismos pasillos que alguna vez cuidaste.
- Que se convirtió en piedra con los años… o eso creí.
- Que no tendrás cuando lejos de estos brazos te encuentres.

FUEGO

- Cuando de tus palabras se desprendió el fogón que incineró mis ilusiones.
- Que era capaz de calentar nuestros días a pesar de todo.
- Donde echaste el poema que construimos con tanta paciencia y devoción.
- El que separó la primera etapa de la otra con la que sueña todo dúo.
- De las fogatas que iluminaron noches bajos las estrellas.
- Que aún quema mis internos rincones cuando te miro, cuando caminas, cuando tus manos adoro o cuando junto mis labios a los tuyos.

Cuatro elementos necesarios para una vida que ahora no te tiene y que intentó asirse de una fantasía real de sólo unos días que encerraron la esencia de muchos años.