8 jun 2010

UNA MANZANA II

Si entendiéramos la racionalidad de algunos sentimientos algunas cosas serían más fáciles.
Comprender la belleza que reconozco en ese sentimiento es sencillo, cuando al saborear a conciencia el almíbar de tus labios, no se pretende dañar nuestras formas... perfecto.

Si alguna vez pudiera morder una fruta y conservarla íntegra siempre.
Si algún día pudieras hablarme, manzana, y decirme mirándome que me quieres.
Cuándo, en algún tiempo estuviste madurando mientras tan linda, te necesitaba.
Cuánto tiempo perdiste mundo mío sin permitirme encontrar dichoso fruto cuando ya no disfrutaba de mis equivocados sueños.
Así te encontré. En el momento que debía. Acepté que así se dieran y así sigue siendo.

Como un río no conduce sus aguas, éstas hacen al río y van por donde deben para terminar saciando la sed de alguien, para apagar el fuego de algún corazón, para limpiar un rostro triste y sofocado; o para llenar aún más un mar....una vida.

Sabes que te quiero.

1 comentario: