Las nubes danzan en invierno
mientras unos ojos lloran en silencio,
cuando tus dedos de rojo pintados
dibujan mis días de apacibles momentos.
Si tus andares cantaran las melodías de mis pasos
y mis labios escribieran el contorno de tu silueta,
escucharías las notas de nuestros latidos,
enmarcados en el pentagrama de mis sentidos.
Así, con los colores de tus gestos
mirarte me convierte en verso
y mis letras fluyen cual apropiado invento,
para abrigarme en tus risas a cada momento...
...Mientras mi paladar aún mantiene
las delicias de tu boca y acero
y mis ojos tu mirada tan dulce
cuando de tus palabras se desprende un te quiero
Mil y un palabras fluyen del río
y van hacia el mar que llenan,
la vida de este tonto individuo
que sin pensar mantienes contigo.
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