20 feb 2009

UN ÁNGEL VERSUS EL MISMO DE SIEMPRE

Si la ALEGRÍA DE DORMIR ESCUCHÁNDOTE fuera eterna, no tendría el privilegio de dormir mirándote, cosa que nunca pasó. Es tan extraño sentir algo por alguien que nunca te dio lo que pediste, lo que esperabas, lo que esperaste.

Pasó de una compañía casual a ser el amor de tu vida, entre sueños y llamadas, entre risas y sinceras muestras vocalizadas de cariño. Pasó de ser una compañera ya no casual sino más bien fiel y constante, a ser el amor de tu vida, entre silbatos fastidiosos y distancias igual de fastidiosas pero comprendidas.

Queda claro una cosa…el amor de un ser humano y un ángel no puede darse…no son de la misma especie, no pueden encontrarse, a menos que el primero muera para elevarse a su altura o el segundo renuncie al orgulloso ambiente en el que agita sus alas y su belleza engreída y celestial, para convertirse en un ser mortal y de naturaleza sencilla y luchadora.

Los ángeles no luchan, tienen el poder de decidir porque también poseen el apoyo incondicional de quienes engríen sus caprichos y sus decisiones muchas veces equivocadas. Me pregunto ahora, ¿serán felices los ángeles?, ¿sentirán amor como nosotros? Si ellos todo pueden tener, si ellos pueden cuidar sin temor a causar daño, si ellos pueden dejar fluir el amor de una persona y dejarlo sin más conciencia…ellos tienen el poder de hacerlo. Debe ser que Dios les da esa fuerza para dejar al humano que cuidan flotando en sus ilusiones y en sus nubes espumosas de forma de corazones.

No son capaces de asimilar que un humano les diga sinceramente lo que piensan de ellos, porque consideran que somos humanos. No pueden ser menos orgullosos, porque eso es parte de ese poder. Su belleza les permite agitar sus alas y partir cuando les plazca, cuando algo les molesta, cuando se equivocan y hay alguien lo suficientemente preocupado y sincero para decirles “te equivocaste” y como es derecho sólo de Dios hacer eso, no soportan que un “humano” lo haga.

Más que una inconsistencia, es una catarsis, un vuelco, un vómito de palabras contenidas, de sentimientos puros y resentidos por un amor inconcluso, por un amor que empezó de la nada y que terminó antes de empezar; y aunque el sentimiento se mantiene y la parte más terca de uno prefiere mantener la esperanza absurda de que seamos felices, mi conciencia y mi pobre orgullo fortalecido por los golpes de mi confianza…prefiere quedar así, morir y dejar, sumergirse y ahogar todos los sentimientos que generaste con esa MEZCLA MÁGICA e irresponsable, ese menjunje al que no le inventaste una pócima que revierta el resultado, que cure el mal de amor que me dejaste a mí y a mi AMIGO LG.

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